Sistema Agroalimentario


REFLEXIONES HOLÍSTICAS DESDE LA AGROECOLOGIA

Reinaldo Giraldo Díaz
Ingeniero Agrónomo
Director-Editor Revista RIAA

La Agroecología, como sostiene Sevilla (2006, p. 206) debe rebasar el nivel de la producción y elaborar propuestas de acción social colectivas que desvelen la lógica depredadora del modelo productivo agroindustrial hegemónico, para sustituirlo por otro que apunte hacia una agricultura socialmente más justa, económicamente viable y, ecológicamente apropiada. En este sentido, la agroecología “no deberá contentarse con la preocupación por los factores medioambientales, como la polución atmosférica, las consecuencias previstas por el recalentamiento del planeta, la desaparición de numerosas especies vivientes, sino que deberá también dirigirse sobre las devastaciones ecológicas relativas al campo social y al dominio mental. Sin transformación de mentalidades y de los hábitos colectivos, no habrá más que medidas de “desquite” concernientes al medio ambiente material” (Guattari, 1993, p. 217).

La ciudad moderna, tallada a imagen y semejanza de la idea de progreso y desarrollo, ha devenido en un escenario nefasto que permanentemente arroja al individuo-sujeto-ciudadano en una especie de patología y malestar colectivo, cosificándolo a tal punto de sentirse reconocido en el mundo fetichizante de las mercancías (Sánchez, 1999). Esta caracterización de la ciudad de hoy repercute de modo agresivo sobre el campo, sobre la vida rural, pues la racionalidad de la ciudad moderna ve al campo y a la naturaleza en general como una gigantesca estancia de disponibilidad y dominio (Heidegger, 1985), soslayando todo lo que implica el mundo rural para la memoria colectiva de los hombres y a la vez como el útero materno en el cual es posible construir nuevas maneras del reencuentro de estos con la madre nutricia "la tierra" (Sánchez, 1999).

Durante el siglo XIX y principios del XX se configuró como hegemónico el modelo productivo urbano-industrial cuya lógica, de mover personas a donde se concentraba el capital, consolidó una estructura de poder que marginó al campo y las comunidades rurales. Se intentó mitigar los desequilibrios generados por este proceso de marginación con políticas de elevación del nivel de vida de la población rural, las cuales se definieron como de desarrollo rural (Sevilla, 2000). Esta trayectoria histórica del desarrollo rural puede interpretarse como el paso de la cuestión agraria a la cuestión medioambiental y, el desarrollo urbano como el paso de la cuestión urbana a la cuestión informacional: “la naturaleza de estos papeles (la Agroecología como desarrollo rural y las limitaciones de espacio) nos obliga a centrarnos en el desarrollo rural aunque igualmente podríamos adentrarnos en una Agroecología como desarrollo urbano, a través del desarrollo de estrategias participativas de agricultura ecológica-urbana” (Sevilla, 2000, p. 5)

La liberación económica y el crecimiento económico en el mundo contemporáneo hacen parte de la etapa del capitalismo global denominada como globalización, la cual consideran algunos autores como parte de “una crisis global que atañe de forma directa al proyecto civilizatorio occidental y sus fundamentos, y es en ese sentido una crisis de civilización” (Bonfil, 1994; citado por Morales, 2004, p. 21). En el escenario actual de globlalización de la producción y de los intercambios y el aumento de las actividades de servicios, las ciudades han devenido el espacio privilegiado del desarrollo (Vázquez-Barquero, 2000, p. 56).

La ciudad debe evitar un papel puramente funcional de un Estado económico, en el que los seres humanos no tienen oportunidad de realizar, entre otras, actividades agrícolas. El espacio en el que trabajan y viven la mayoría de las personas es la ciudad; de allí que el bienestar individual y colectivo depende de ésta. Según Rodríguez (2011), la ciudad no es sólo un fenómeno urbanístico; está constituida por las sinergias que se producen entre las instituciones y los espacios culturales, que brindan la posibilidad de aprender en la ciudad; entre la producción de mensajes y significados y que permiten, al propio tiempo, aprender de la ciudad y, también, de su pasado y su presente, muchas veces desconocido.

Es la ciudad el lugar donde se expresa la crisis de la civilización occidental. En Colombia, por ejemplo, las ciudades son testigos de la migración incontenible del fenómeno de desplazamiento forzado provocado por el orden social vigente que algunos denominan imperialismo (Chomsky, Petras) y otros como Imperio (Hard y Negri, 2002). El campo de concentración es el soporte político de este orden social y, las ciudades, sostiene Martha López (2001) han devenido campos de concentración: “las ciudades exteriorizan el campo cuando las calles se convierten en el lugar privilegiado de exposición de cuerpos nomadizados que mendigan el equivalente diario para la supervivencia sin que haya asistencia del Estado, cuando el Estado delega la responsabilidad en una población abstracta para que aporte su cuota irrisoria de filantropía humanitaria, el campo se hace presente cuando en aras de la seguridad, vehículo oficiales atropellan los ciudadanos arguyendo la velocidad con gendarmes y guardaespaldas, se constata en las filas interminables en los hospitales, de los pensionados frente a los bancos estatales, se manifiesta en los trámites administrativos, para no mencionar la imposibilidad jurídica y atacar la impunidad rampante” (López, 2001, p. 5).

La ciudad debe considerarse desde un horizonte discursivo distinto al de los urbanistas y políticos. Lo que se propone es reflexionar sobre el rol histórico de las comunidades en el uso sostenible de la naturaleza a través de un viaje histórico por la ciudad, pues, aunque se han generado muchos discursos que parten de cifras sobre el crecimiento demográfico y espacial, la multiplicación y complejidad del transporte, las dificultades para desplazarse en espacios públicos y los problemas ambientales, ante los cuales es muy poco lo que hay que aportar y lo nuevo por decir, se pretende multiplicar el sentido de lo urbano, del paisaje y del espacio para construir el concepto de una ciudad agroecológica, emplazada bajo los principios de la agroecología, que no sea el proyecto del tecnócrata y del experto, sino una ciudad agroecológica donde se pueda dar una finalidad diferente a las actividades humanas sobre bases radicalmente nuevas, sobre subjetividades nuevas, lo cual significa que el problema fundamental no es de carácter técnico ni científico sino ético-político, de las formas del hombre ser, de relacionarse con los demás y de conducirse en el mundo.

La tarea consiste, pues, en reflexionar sobre la posibilidad de pensar en un concepto amplio de ciudad que involucre la multiplicidad humana en momentos históricos en que ese concepto ha sido degradado por la necesidad de valorizar capital, pues, las ciudades, centros de vida social y política, mutaron radicalmente con la extensión de la industrialización: se trabaja, se compra, se habita se aprende y se divierte en distintas partes; los espacios para que el hombre conozca su ciudad y la disfruten se han vuelto extraños y hostiles, es así como la calle, lo más urbano, se vuelve peligrosa, nociva, hecha en y para el mercado y los automóviles.

DIVERSIDAD MARCA REGISTRADA III

"Contáctenos para obtener ideas increíbles de sabor". Así anuncia Nutralease, una de las mayores compañías de la artificialización de alimentos, su tecnología basada en la nanotecnología de NSSL (Nano-sized Self-assembled Structured Liquids). La idea de crear nanovehículos, surgió de investigadores -un químico y un economista agrícola- de la Universidad Hebrew University en Jerusalén preocupados por la degradación química a la que se ven sometidos los sabores en el procesamiento moderno (temperatura y presión extrema)

El transportador NSSL de Nutralease, puede proteger los compuestos aromáticos de las condiciones de fabricación y durante su vida útil. Los vehículos NSSL (micelas) capturan el sabor y lo protegen de la temperatura, oxidación, las reacciones enzimáticas y la hidrólisis. Los transportadores NSSL son viables en una gama amplia de pH´s y son termodinámicamente estables.

Menos conocida que otras microtecnologías, la nanotecnología es la manipulación a nivel del átomo de formas no vivas y vivas. Aunque ha tenido sus inicios en el mundo inanimado como las computadoras ya ha empezado a incursionar en el mundo de lo vivo, especialmente de los alimentos en donde incluso sus críticos aseguran que la tecnología a este nivel “cuenta con el potencial de cambiar en forma dramática la forma en que se cultivan, producen, procesan, empacan, transportan y comen los alimentos.”

Para el Institute of Nanotechnology, un nanoalimento es el producto de la aplicación de herramientas nanotecnológicas durante el cultivo, producción, elaboración o envasado de los alimentos, sin embargo para ellos no significa que los alimentos sean modificados a nivel atómico o producidos por nanomáquinas.

No son pocas las personas y líderes mundiales que conservan la esperanza en la ciencia y la tecnología para resolver los grandes problemas de la humanidad como es el hambre que afecta a cerca de 1.000 millones de personas en el mundo. Sin embargo, teniendo en cuenta los resultados obtenidos por los promotores de la Revolución verde, el futuro de millones de personas no podrá reposar sobre las nuevas invenciones porque el esfuerzo tecno-científico está enfocado al desarrollo de nuevos productos alimenticios para el mercado, es decir mercancías y no alimentos. Y la mercancía, incluso sea alimento, tiene dentro de la estructura que la compone, como si se tratase del ADN de los alimentos, una marca registrada.



DIVERSIDAD MARCA REGISTRADA II

La tecnología de transgénesis se ha movido en tres generaciones. Inició en el nivel más básico de la producción de alimentos generando nuevos materiales para los agricultores tales como las semillas RR, este nombre es dado a los materiales vegetales modificados genéticamente para hacerlos resistentes al herbicida Roundup Ready, el cual es conocido comercialmente como Glifosato -tanto las semillas RR como el herbicida son marca registrada de Monsanto-, otro tipo de semillas son las llamadas Bt, iniciales de Bacillus thuringiensis, especie microbiológica incorporada a las plantas y que actúa como insecticida natural contra las potenciales plagas de muchos cultivos.

La segunda generación de transgénicos centra su trabajo en brindar materia prima según el interés de la industria de la post-cosecha que surte los mercados de la fast food, ya sea aumentando o disminuyendo determinada propiedad tales como el contenido de agua, por ejemplo en las papas, o interrumpiendo el proceso natural de descomposición, como en el caso del tomate largavida.

La tercera generación dio origen a los llamados productos nutracéuticos. Buscando incrementar los niveles de rendimiento laboral, en el marco de un estilo de vida conocido como HPE (Human Performance Enhancement o Mejoramiento del Desempeño Humano), la industria de los alimentos busca proveer a los obreros sustancias que eleven los niveles de rendimiento reduciendo la tensión, el aburrimiento o aumentando los niveles de concentración, memoria, etc. Estos alimentos funcionales contienen la doble característica de alimentar y servir como estimulantes o medicinas para las personas -un ejemplo de esta generación es el llamado arroz dorado, a través del cual las personas podían ingerir un promotor de la vitamina A.

Mientras números grupos de la sociedad civil, entre los cuales se encuentran asociaciones de padres de familia, médicos, campesinos, indígenas y académicos, asisten con preocupación la simbiosis entre tecno-ciencia y Estado en función de los interés de las multinacionales de los alimentos, los científicos ligados a las compañías productoras de estas tecnologías trabajan para conseguir Razones para creer que es posible vivir en un mundo mejor.[1]

[1] La frase es Marca Registrada de Coca-Cola



DIVERSIDAD MARCA REGISTRADA


En el movimiento de los alimentos para constituirse en mercancías, nuevos oficios y nuevas prácticas han aparecido. Hoy en día el olor, sabor, color y forma de un alimento son cada vez menos resultados de lentas interacciones químicas iniciadas a partir de la fotosíntesis o de procesos artesanales inmersos en rituales de las comunidades; el que un alimento tenga determinadas propiedades organolépticas va a depender de la asociación entre viejos y nuevos oficios en donde por un lado están los legendarios chefs de cocinas y por otros los llamados saboristas[1], biotecnólogos y científicos de alimentos, trabajando juntos para el marketing sensorial.

Las tecnologías desarrolladas durante el siglo XX generaron grandes cambios en la producción de alimentos ampliando el rango de lo que las personas consideran natural y artificial. En la agricultura el inicio se da partir de la década del 40 del siglo XX con la llamada Revolución verde –RV-, siendo ésta la primera empresa científica en crear materiales vegetales con un mayor grado de precisión. Semejante al movimiento de alimentos al inicio del siglo XIX en Europa, los científicos de la RV concentraron sus esfuerzos en desarrollar materiales como el maíz, trigo y arroz altamente productivos bajo el argumento, aun hoy cuestionado, de solucionar el hambre.

Pero a partir de la década del 70, surge nuevamente un segundo movimiento llamado por algunos como la segunda fase de la RV con la aparición de la llamada ingeniería de los alimentos, un conjunto prácticas científicas cuyo punto en común es explorar la vida a nivel cada vez más micro. Transgénicos y nanotecnología, se convertirían en poco tiempo en las tecnologías más famosas del siglo XX.

[1] Neologismo que proviene del sustantivo ingles flavour –sabor- y que luego se transforma en sujeto flavourists.

1 comentario:

  1. Siempre muy pertinente la reflexión holística del Dr. Giraldo; es difícil desaprender la ciudad como espacio donde se mora cotidianamente, sin embargo, se debe decir que es hábitat colorido cuyo tránsito apacigüado permite evocar la placidez de los paisajes rurales, una visión no convencional para decir que por supuesto, en las grandes urbes también se cuecen sueños fértiles, libertarios y por ende necesarios y urgentes.

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